El Valle del Lozoya y la invasión francesa

El profesor Eduardo Andradas nos explica en uno de sus textos como fueron las movilizaciones de los vecinos de una parte del valle del Lozoya durante la invasión francesa por manos de Napoleón, así como durante la Guerra Civil.
En esta ocasión os traemos el fragmento dedicado a las localidades de Buitrago de Lozoya, Braojos y Lozoyuela durante el Siglo XIX, con historias sobre los movimientos anti-imperialistas que aquí se produjeron.

«El 6 de Junio de 1808 el Emperador Napoleón Bonaparte daba traslado de la corona del Reino de España del Borbón Francés Carlos IV, españolizado por un siglo de diferencia  a su hermano José Bonaparte.  Las insurrecciones populares de Madrid y Valdepeñas ante el ocupante y la victoria de Bailen, mas figurativa que estratégica de las fuerzas de la Junta suprema de Sevilla del absolutista  Capitán General Francisco Javier Castaño y su segundo de campo el suizo  Teodoro Reding sobre el napoleónico Pierre-Antoine Dupont. Puso en escapada al ejército y la cohorte del ya José I por el camino de Francia.Los siguientes incidentes y fechorías fueron consumados por los destacamentos imperialistas de la a la villa de Lozoyuela y alrededores.


El 4 de Agosto la aldea de Braojos al paso del puerto de Somosierra, le fue afligido un saqueo, en donde la soldadesca  hizo latrocinio en la Iglesia parroquial, llevándose todo objeto de valor, como vasos y reliquias y dando fuego a las imágenes de Santos y Vírgenes y robando vestiduras y alimentos a la población local.  En Buitrago del Lozoya, se incautaron de alhajas, caballos y dieron destrozo en las ermitas y templo de la localidad. La peor parte se la llevo Lozoyuela, dándose a la tropelía y al crimen.  Matando a dos paisanos y una mujer por resistirse a sus atropellos y se dieron a la borrachera finiquitando toda tinaja que se encontraron.  Cometieron pillaje en varias casas particulares y en sus corrales robaron gallinas y en los pajares rapiñaron cerdos, ganado vacuno y lanar que se comieron en un festín  beodo. El pueblo próximo de Gandullas la caterva de José I, quemaron nueve casas y parte del bosque de su entorno y el lavadero. El por ahora ex Rey expulsado de su trono, se alojo en las propiedades del Duque del infantado, a las que pusieron hurto. Los habitantes de esas localidades abandonaron sus hogares con destinos a la seguridad de la arboleda y pasaron la noche al raso de la luna.El desvalijo de Lozoyuela comenzó el 1 de Agosto de 1808, con la entrada de patrullas del ejército Francés que confiscaron dinero, carros  y agua y en esa jornada amenazaron de muerte al párroco, para que accediera a abrir la Iglesia. El día 2 unos ochenta soldados y oficiales de los mismos, empezaron a disparar a los vecinos de la villa y procedieron a controlar la población y mataron 1500 aves de corral y algunos cerdos que cocinaron, en su huida se llevaron 14 caballos y reses vacunas y destrozaron el archivo municipal y crearon desperfectos en el Ayuntamiento. En la iglesia acuchillaron toda representación religiosa, fracturando el altar y despedazando el fichero de la parroquia y usándola como establo de sus corceles.

Los desastres de la guerra Goya

"Los desastres de la guerra" Goya

El 9 de Julio de 1812 las partidas guerrilleras antiimperialistas  y populares de Juan Martín acometen contra un centenar de  militares  Franceses  acantonados a las afueras de Buitrago y capturando 45 prisioneros y hiriendo a 12 de ellos en la refriega, en el puerto de la Cabrera el día anterior se adueñan de 23 carros cargados de trigo, mechas y fusiles y dejando diez víctimas mortales al Francés de Bonaparte,  3 partisanos y una docena de heridos padecen la avanzada del “El Empecinado”.  Los anticolonialistas de Juan Martín acomodaron su cuartel en Torrelaguna donde golpearon al ejercito Josefino en la Sierra Norte de Madrid, principalmente fijaron escaramuza con destacamentos invasores en Colmenar Viejo y Manzanares del Real, a las órdenes del comandante Nicolás de Ysidro, a dos kilómetros entablan combate, donde intervienen tiradores de Sigüenza por el lado castellano y Guardia Imperial por parte Bonapartista. Los oficiales del de Castrillo del Duero, Juan Chinel, Andrés Caro y Francisco Martini pasan a cuchillo a varios prisioneros de las huestes de José I, antes que las tropas francesas los liberen, la actuación de José Mondideu, segundo de José Martín rescata al escuadrón castellanista. El sargento Camarillo, el cabo Pablo de Torres (Herido)  y el trompeta Antonio Márquez, contuvieron hasta las dos de la tarde a la infantería gala, hasta que se rinden 10 guerrilleros, tras de si están cuatro muertos y quince heridos. Las fuerzas imperialistas francesas pierden dos capitanes de caballería lesionados y cuatro soldados malheridos y un oficial de caballería apresados. La batalla de Manzanares del 3 de Julio creó problemas de intendencia al Madrid napoleónico, retirándose los escuadrones castellanos de Juan Martín a la villa de Miraflores.

el empecinado

Juan Martín Díez, "El Empecinado"

El 9 de Julio se dirige el coronel Gerónimo Luzón desde Gargantilla al pueblo de  Lozoya  para emboscar a 100 soldados de infantería Franceses, al divisar a la partida guerrillera, pasan a ocultarse en el bosque y regresan a Buitrago, pero son alcanzadas en sus inmediaciones , rindiéndose 45 de ellos, entre los que se encuentran 12 heridos tras un pequeño combaten y dejando casi 20 muertos, algunos pasados a sable por los castellanistas, otra veintena se refugia con su mando en la localidad y la brigada castellanista  decide no exponerse a ser envuelta y copada por los militares galos y la escases de munición les hacen ir a la villa de Braojos donde espera conseguirla y en su camino se encuentra con otros destacamentos  de insurgentes, la partida del señor Abril y la del Cura de Galapagar que se dirigen a Sigüenza por faltos de provisiones.

Luzón y sus hombres se movieron en días posteriores por el valle del Lozoya y se adentraron en Guadalix de la Sierra. A las 8 de la mañana del día 10 se toparon con 1000 de infantería y nueve cañones, con carros y suministros y a las 11.00 entablaron pelea en el puerto de la Cabrera hasta el mediodía y de la acción después de cruzarse fuego de mosquete y artillería, los guerrilleros prenden 23 carros con pertrechos, trigo y armas, en la contienda cae lastimado por bala enemiga en el pecho “El Empecinado”, dos caballos y tres soldados de la guerrilla son abatidos por los franceses, sumando diez heridos mas, uno de ellos el subteniente  Domingo Bocos de los voluntarios de Madrid, alcanzado por un proyectil de una pieza artillera en el brazo. El enfrentamiento continuo en el Molar (Entonces parte de la provincia de Guadalajara) hasta San Agustín de Guadalix y lo que quedaba de la  columna del ejército Francés se adentro en Alcobendas maltrecha. El 11 de Julio los de Juan Martín encuentran cobijo en Torrelaguna, donde permanecerán varias jornadas.

Los partidarios del liberal y después opositor a Fernando VII  Juan Martín “El Empecinado” desde Torrelaguna, hostigaran a los regimientos de José I y vengaran los desordenes, asesinatos y excesos de la primera fuga  de las tropas imperialistas napoleónicas en el verano de 1808 en la sierra norte de Madrid, durante el calor de 1812.»
Eduardo Andradas es investigador en Historia de la Guerra Civil Española en la Comarca Norte de Madrid y poeta.

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