Los pueblos y las estaciones de esquí que viven de la nieve en Madrid llevan una de sus peores temporadas. Hasta la fecha apenas ha nevado y no ha hecho suficiente frío como para mantener la nieve artificial. Ello ha provocado que el número de clientes y visitantes haya bajado a casi la mitad. Sin embargo, la situación está cambiando tras el descenso de la temperatura, que se notó la semana pasada pero que en ésta se prevé muy notable.
Muchas familias, cuya economía depende de la nieve, viven con ansiedad estos días en los que el frío va a ir en aumento. De hecho, la sierra madrileña está ya en alerta amarilla por bajas temperaturas. A primera hora de la mañana muchos pueblos han tenido seis grados bajo cero, e incluso casi se ha llegado a los ocho en el Puerto de Navacerrada. ¿La traducción? Al menos con este frío la nieve artificial se mantendrá y es posible que haya precipitaciones en forma de copos. Todo un alivio para una localidad como Rascafría.